LA ACTITUD
Evidentemente, la actitud de un paciente influye en los resultados finales de cualquier tipo de cirugía.
Vamos a poner dos supuestos contrapuestos :
1.- El paciente que viene con una lesión y ante las explicaciones del médico acepta con total confianza la recomendación y el tratamiento dado por el cirujano.
2.- El paciente que viene a la consulta como segunda, tercera o cuarta opinión, con desconfianza con respecto a lo que tu vayas a explicar y que cuando tu acabas tu explicación, no está de acuerdo en lo que le explicas. Ese punto de desconfianza que puede existir perfectamente, solo tiene dos vías :
- Que el paciente haga preguntas y el cirujano responda y el punto de desconfianza desaparezca.
- Que no se genere esa confianza y que busque otro cirujano que le aporte esa confianza.
De la misma manera que esta actitud se manifiesta en la primera visita, también se manifiesta en el seguimiento posterior.
El paciente que viene porque se ha hecho una herida y tu ves que no se quiere mirar la herida, que dice que es sumamente aprensivo y que no quiere saber nada de lo que se ha hecho y que manifiesta que no puede ver ni una gota de sangre …. Se trata de un paciente que lleva una mochila muy pesada porque el médico sabe que después de la cirugía va a tener que verse la herida, va a tener que hacer rehabilitación. Le va a costar mucho más ponerse en marcha.
ACEPTACIÓN
Por lo tanto, lo primero es aceptar qué es lo que tienes. Cuanto más sea capaz de entender y aceptar, sabrás a lo que te enfrentas. Si uno no sabe lo que buscas tampoco entiende lo que encuentra. El paciente debe conocer la hoja de ruta. Si un paciente sabe : “ me he hecho una lesión, debo someterme a una cirugía, voy a estar hospitalizado x dias, voy a tener que realizar sesiones de rehabilitación y si hago esto, eso y aquello en dos o tres meses quizás este bien”. Y ello es una tarea tanto del médico como del paciente.
Dicho esto, la actitud del paciente puede variar. Si el paciente empieza con peros, con dudas de si va a poder cumplir con todas las pautas, el punto de partida ya es negativo. En cambio si el paciente de entrada manifiesta una voluntad de seguir las pautas e incluso muestra interés inicial para prepararse a las pruebas futuras, el paciente parte con 5 km de ventaja, con respecto al anterior.
Ello no quiere decir que la actitud marque el resultado final, pero si que tiene una gran influencia en el resultado final.
Del mismo modo que los deportistas de élite tienen psicólogos que ayudan a que grandes deportistas lleguen al podio, en la medicina ocurre lo mismo en cuanto a los pacientes. Ante una lesión que no deja de ser una situación traumática, la actitud es importante. Ante un paciente que presenta dudas, que no lo ve claro, va a ir mal, me ha dicho un amigo que esto no va bien, etc., pues entonces tenemos mucho trabajo por hacer antes de la cirugía y después, más todavía.
En cambio ante un paciente que pregunta absolutamente todo del antes y del después de la cirugía, tiene todo el menú delante puede entender lo que hay y puede generar un vínculo entre el médico y el paciente y aunque la cirugía sea complicada el paciente tiene muchos más números de obtener mejores resultados.
Aquí también debemos decir que no sólo influye la personalidad del paciente sino también la cultura del mismo. Como ejemplo típico, los pacientes de la antigua Unión Soviética, acostumbrados a cumplir a rajatabla lo que se les pide, suelen tener muy buenos resultados.
No debemos olvidar que el ser humano es un ente energético y lo que hagamos con nuestra energía depende de nosotros, es decir, dependerá de nosotros si queremos utilizar esa energía en negativo o en positivo. Y eso no tiene nada que ver con el esoterismo. Me refiero a qué queremos hacer, a cómo nos enfrentamos ante un problema. O encaramos esa energía hacia un reto que busca una superación o lo encaramos hacia un fracaso en el sentido que pensar que no se va superar.
Dr Pau Lopez-Osorio.
Dr. Joaquín Casañas
Dr. Joaquín CasañasDr. Joaquín Casañas es un especialista destacado en cirugía ortopédica, traumatología, pero sobre todo en nervio periférico, plexo braquial y cirugía de la mano, de cuyas 3 especialidades atesora un gran prestigio internacional. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Central de Barcelona en 1988, completó su formación como médico residente (MIR) en la Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge. Cuenta con el Diplomado Europeo en Cirugía de la Mano desde el 2000. Ha trabajado en diversas instituciones, incluyendo el Hospital de Meritxell en Andorra y el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Desde 1994, es médico adjunto en el servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge. Además de su práctica clínica, ha contribuido con numerosas publicaciones científicas y capítulos de libros en su campo. En la actualidad da conferencias en diferentes congresos internacionales en relación a sus principales especialidades, además de dirigir Traumaunit, la unidad de traumatología de Teknon en Barcelona.
20 años de experiencia han convertido al Dr. Joaquim Casañas en un especialista de gran prestigio en nervio periférico, plexo braquial y cirugía de la mano.