Osteotomía para reparar tobillo en varo: técnica y beneficios
La osteotomía para reparar el tobillo en varo es una técnica quirúrgica empleada para corregir deformidades del tobillo. Esta intervención es especialmente útil en casos de inestabilidad crónica asociada a la competencia del ligamento lateral. El equipo de Traumaunit, en Clínica Teknon, realiza este procedimiento para mejorar la alineación del tobillo y restaurar su función. La cirugía se lleva a cabo en dos fases, comenzando por la osteotomía y seguida de la reparación ligamentosa.
Os dejamos el video completo de la intervención realizada por el Doctor Pau Rigol Ramon, especialista en cirugía de pie.
Definición y características de la deformidad en varo del tobillo
La deformidad en varo del tobillo se caracteriza por una inclinación medial de la articulación, que provoca una distribución desigual de las cargas sobre los huesos y tejidos circundantes. Esta condición, que a menudo se desarrolla como resultado de desequilibrios biomecánicos o patologías previas, como la artritis o esguinces de repetición, puede dar lugar a un deterioro progresivo de la funcionalidad del tobillo.
Los pacientes que presentan tobillo en varo suelen experimentar una serie de síntomas que afectan su calidad de vida. Entre las manifestaciones más comunes se encuentran:
- Dolor en la parte interna del tobillo al caminar.
- Inflamación alrededor de la articulación del tobillo.
- Rigidez que limita el movimiento y la flexibilidad.
- Mayor incidencia de esguinces y lesiones de ligamentos debido a la inestabilidad.
Esta deformidad puede observarse también en radiografías, mostrando un desplazamiento en la alineación del tobillo. La evaluación radiológica es fundamental para determinar la gravedad de la afección y la presencia de daños en estructuras articulares. En casos avanzados, pueden aparecer cúmulos óseos o osteofitos, que contribuyen al dolor y limitan aún más el movimiento.
La deformidad en varo no solo afecta el tobillo, sino que también puede tener repercusiones en la biomecánica del pie. La postura y la marcha pueden alterarse, provocando compensaciones en otras articulaciones, como la rodilla y la cadera, lo que puede desencadenar problemas adicionales en el futuro.
En la cirugía realizada por el Doctor Rigol del equipo de TRAUMAUNIT y que se ha reproducido en el video, recoge todas las patologías descritas, desde deformidad en el tobillo, incremento de esguinces debido a la inoperancia del ligamento lateral y presencia de osteocitos. El paciente, con una vida activa, presentaba dolor y dificultades al andar que justificaban la realización de esta cirugía.
Para abordar adecuadamente esta condición, es esencial realizar un diagnóstico preciso, considerando tanto las características físicas del paciente como el historial médico completo. La intervención temprana a través de técnicas quirúrgicas como la osteotomía supramaleolar puede ser crucial para mejorar los resultados funcionales y aliviar el dolor a largo plazo. Sin una intervención oportuna, la evolución de esta deformidad puede llevar a complicaciones significativas que requieran tratamientos más invasivos.
Indicaciones para realizar una osteotomía del tobillo en varo
La osteotomía en varo del tobillo se considera cuando existen condiciones específicas que justifican la intervención quirúrgica. Generalmente, se opta por esta técnica en pacientes que sufren deformidades estructurales del tobillo que han estado asociadas con dolor significativo y deterioro funcional. La identificación de estas indicaciones es crucial para asegurar un resultado favorable.
Una de las principales razones para llevar a cabo una osteotomía es la presencia de artritis asimétrica, que conlleva a una deformidad en varo. Esta patología puede ser resultado de lesiones previas o condiciones biomecánicas anormales que provocan una carga desigual en la articulación del tobillo. El alivio del dolor y la prevención de la progresión de la enfermedad son objetivos comunes en este contexto.
Entre las indicaciones más relevantes para realizar la osteotomía se incluyen:
- Presencia de artritis asimétrica en la articulación del tobillo.
- Deterioro funcional que limita las actividades cotidianas y la calidad de vida del paciente.
- Dolor persistente que no responde adecuadamente a tratamientos conservadores, como fisioterapia o medicación.
- Signos radiográficos que evidencian la progresión de la enfermedad, lo que puede requerir una intervención quirúrgica para corregir la alineación.
Es esencial realizar una evaluación exhaustiva antes de decidir la cirugía. Esto incluye tanto un examen clínico detallado como estudios de imagen anotados. La colaboración con un equipo multidisciplinario permite establecer un diagnóstico preciso y, por ende, establecer un plan de tratamiento adecuado. Cuanto más específico sea el enfoque, mayores serán las posibilidades de éxito en la corrección de la deformidad y mejora de los síntomas asociados.
Los pacientes que presentan inestabilidad crónica debido a lesiones ligamentarias también son candidatos apropiados para la osteotomía. En estos casos, una simple reparación de los ligamentos no será suficiente para abordar el problema en su totalidad, y se requerirá una solución más integral. El procedimiento incluye la estabilización del tobillo, asegurando un soporte adecuado que permita al paciente recuperar una funcionalidad óptima.
Técnicas quirúrgicas utilizadas en la osteotomía supramaleolar
La osteotomía supramaleolar es un procedimiento quirúrgico que requiere una técnica meticulosa para asegurar resultados óptimos. El objetivo es corregir la deformidad en varo y mejorar la estabilidad del tobillo. Este proceso se lleva a cabo en varias etapas, garantizando una adecuada alineación y fijación del hueso.
El primer paso fundamental es la preparación preoperatoria, donde se realizan exámenes clínicos y pruebas de imagen necesarias. Estos estudios ayudan a determinar el grado de deformidad y a diseñar un plan quirúrgico individualizado.
Fase quirúrgica inicial
Durante la intervención, se realiza una incisión en la zona medial del tobillo. Esta incisión permite acceder al hueso tibial y preparar el área para llevar a cabo la osteotomía. Se procede a realizar cortes precisos en la tibia, lo que da lugar a la creación de una cuña ósea. A partir de este momento, se busca reposicionar el hueso en una alineación adecuada.
- Realización de cortes en la tibia para formar una cuña.
- Reposicionamiento del hueso en la alineación correcta.
- Estabilización de la osteotomía con placa y tornillos canulados.
Después de colocar la placa, es esencial asegurar la correcta estabilidad del hueso. Esto se logra mediante el uso de materiales de fijación interna o mediante injertos que ayudan a mantener la nueva posición durante el proceso de curación. La elección del tipo de fijación dependerá de cada caso particular, considerando factores como la calidad del hueso y la magnitud de la deformidad.
Fase complementaria
Una vez completada la osteotomía, se añade un enfoque integral que incluye la reparación y retensado de los ligamentos laterales. Esto se realiza generalmente en una segunda fase. La reparación ligamentosa es crucial, dado que la inestabilidad crónica puede requerir un abordaje más extenso que una simple intervención de sutura.
- Reparación del ligamento lateral mediante suturas o injertos.
- Eliminación de osteofitos o tejido óseo anómalo que pueda limitar el movimiento.
La planificación de ambas etapas quirúrgicas es vital para un procedimiento efectivo. Permite abordar tanto la deformidad ósea como la inestabilidad ligamentosa de manera coordinada, lo que contribuye a un resultado favorable a largo plazo.
La meta de la cirugía es preservar la articulación y evitar procedimientos más definitivos como una artrodesis o una prótesis.
Cirugía complementaria para la inestabilidad lateral y reparación ligamentosa
La inestabilidad lateral del tobillo es una complicación común en pacientes que presentan una deformidad en varo. Esta inestabilidad puede resultar de múltiples esguinces previos, lo que lleva a una insuficiencia del ligamento lateral. La reparación de esta inestabilidad es crucial para lograr una recuperación funcional y prevenir recidivas.
Cuando se aborda quirúrgicamente, el enfoque es integral y se realiza en dos etapas. En primer lugar, se lleva a cabo la osteotomía de la tibia, que permite corregir la alineación del tobillo. Posteriormente, es esencial estabilizar la nueva posición del hueso.
- Se coloca una placa y un injerto óseo para garantizar que la estructura ósea mantenga la alineación deseada.
- Tras estabilizar la tibia, se procede a la reparación del ligamento lateral afectado, retensándolo para restaurar su funcionalidad.
- Además, se pueden eliminar osteofitos que limiten el movimiento y causen dolor postquirúrgico.
Este abordaje secuencial no solo mejora la estabilidad mecánica del tobillo, sino que también optimiza la recuperación funcional del paciente. Con cada paso, se proporciona un soporte adecuado a la articulación, permitiendo que los tejidos cicatricen correctamente y se adapten a la nueva alineación.
La combinación de osteotomía y reparación ligamentosa es fundamental para reducir el riesgo de futuras lesiones. Este enfoque permite restablecer la movilidad y aliviar el dolor, factores clave para la calidad de vida del paciente tras la cirugía.
Rehabilitación y cuidados postoperatorios
El proceso postoperatorio es esencial para asegurar una recuperación óptima después de la intervención quirúrgica. Se inicia inmediatamente tras la cirugía y comprende varias fases cruciales que han de ser respetadas para garantizar el éxito del procedimiento realizado por el equipo de Traumaunit en Clínica Teknon.
Inicialmente, es fundamental mantener el tobillo en una posición que favorezca la sanación. Para ello, se suele utilizar una férula o yeso que inmovilice la articulación, evitando movimientos que puedan comprometer la corrección efectuada durante la osteotomía. La inmovilización de la zona afectada es un paso crucial en las primeras semanas postoperatorias.
La fisioterapia juega un papel primordial en la recuperación. El inicio de la rehabilitación se establece siguiendo criterios específicos del cirujano y la tolerancia del paciente. Los primeros ejercicios son generalmente pasivos, con el objetivo de mantener la movilidad articular sin forzar la estructura reparada. A medida que el paciente gana confianza y el médico lo considera adecuado, se pueden introducir ejercicios activos que aumenten la carga sobre el tobillo.
- Fase inicial: ejercicios pasivos de movilidad.
- Progresión controlada: ejercicios activos según tolerancia.
- Fortalecimiento gradual: incorporación de ejercicios que refuercen los músculos alrededor del tobillo.
Las evaluaciones periódicas son imprescindibles para monitorear el estado de la articulación y observar la evolución de la curación. Estas valoraciones permiten al equipo médico detectar cualquier anomalía o complicación que pudiera surgir durante el proceso de recuperación.
Con el tiempo, el paciente podrá incorporar actividades diarias y deportivas, siempre bajo la supervisión de los especialistas. Este enfoque gradual no solo ayuda a restaurar la funcionalidad del tobillo, sino que también reduce el riesgo de futuras lesiones y asegura que el paciente recupere una calidad de vida adecuada.
Es esencial mantener una buena comunicación con el equipo médico, ya que cualquier síntoma inusual, como aumento del dolor o hinchazón, debe ser reportado de inmediato. La atención postoperatoria continua y el seguimiento son clave para el éxito a largo plazo del tratamiento quirúrgico realizado.
Complicaciones asociadas a la osteotomía para tobillo en varo
La osteotomía para tobillo en varo, a pesar de ser un procedimiento quirúrgico altamente eficaz, no está exenta de complicaciones. Estas pueden surgir durante el proceso operatorio o en el periodo postoperatorio, afectando la recuperación y el resultado final de la intervención.
Una de las complicaciones más comunes es la infección. Este riesgo puede incrementarse si el paciente presenta comorbilidades como diabetes mellitus o cualquier condición que comprometa la cicatrización. La vigilancia de los signos de inflamación es esencial para detectar cualquier anomalía a tiempo.
Otro problema que puede presentarse es la rigidez articular. La inmovilización postoperatoria, aunque necesaria, puede conllevar a una pérdida de movilidad en la articulación que requiere tratamientos adicionales para su recuperación. Esto generalmente involucra fisioterapia y ejercicios específicos.
La desalineación de la corrección realizada es otro riesgo. En algunos casos, puede ocurrir un desplazamiento de los huesos corregidos, lo que puede llevar a la necesidad de realizar una nueva intervención quirúrgica para restaurar la alineación adecuada. Este aspecto destaca la importancia de un abordaje quirúrgico meticuloso y de un seguimiento postoperatorio riguroso.
Existen también complicaciones menos comunes, como las fracturas sorpresivas. Estas pueden acontecer en el área de la osteotomía, especialmente si la carga no se distribuye adecuadamente o si el hueso no se encuentra suficientemente consolidado. Un manejo inadecuado de la rehabilitación puede contribuir a este tipo de complicaciones.
Es crucial que el paciente esté informado sobre estas posibles complicaciones antes de someterse a la cirugía. La identificación y gestión temprana de cualquier signo o síntoma adverso favorecerán una recuperación óptima y minimizarán potenciales complicaciones.
Alternativas en el tratamiento quirúrgico de la deformidad en varo
El abordaje quirúrgico para la deformidad en varo del tobillo puede variar dependiendo de la gravedad y la naturaleza específica de la deformidad, así como de la presencia de comorbilidades. Existen diferentes opciones que pueden considerarse para tratar esta condición, especialmente en pacientes que no son candidatos ideales para una osteotomía.
- Artrodesis del tobillo: Esta opción consiste en la fusión de las articulaciones del tobillo, lo que puede proporcionar estabilidad significativa. Sin embargo, conlleva la pérdida de movilidad en la articulación afectada, por lo que se reserva para casos seleccionados donde las alternativas menos invasivas no han tenido éxito.
- Reemplazo articular: En situaciones de artritis avanzada o daño articular significativo, el reemplazo parcial o total de la articulación del tobillo puede ser considerado. Esta técnica permite aliviar el dolor y mejorar la función, aunque tiene limitaciones en cuanto a la actividad y la durabilidad a largo plazo.
- Reparación ligamentosa aislada: En ciertos casos, puede ser viable realizar únicamente la reparación de los ligamentos laterales sin intervención adicional en la tibia. Esto es efectivo en situaciones donde la estabilidad lateral es el principal problema, aunque no corrige la deformidad en varo por sí sola.
- Procedimientos de alargamiento de tendones: En algunas circunstancias, el tendón puede requerir elongación para mejorar la alineación del tobillo. Esto puede ser especialmente útil en pacientes con contracturas o limitaciones en la movilidad.
- Uso de ortesis: En casos seleccionados y para una mejora temporal, el uso de dispositivos ortopédicos puede ayudar. Las ortesis pueden proporcionar soporte adicional al tobillo y redistribuir las cargas durante la marcha, pero no corrigen la deformidad subyacente.
El equipo de Traumaunit en Clínica Teknon evalúa cada caso cuidadosamente para determinar el enfoque más adecuado, considerando los antecedentes médicos, el estado de las articulaciones y el nivel de actividad esperado del paciente. La personalización del tratamiento es clave para obtener los mejores resultados funcionales y minimizar complicaciones.
Casos clínicos y experiencia de Traumaunit en Clínica Teknon
En Traumaunit, el enfoque multidisciplinario ha permitido abordar de manera integral la deformidad en varo del tobillo. La experiencia acumulada por el equipo médico ha facilitado la resolución de casos complejos, proporcionando soluciones personalizadas para cada paciente. En varios procedimientos realizados, se ha notado una mejora significativa en la calidad de vida de los pacientes.

Uno de los casos destacados involucró a un paciente con antecedentes de múltiples esguinces que llevaron a una inestabilidad crónica y deformidad en varo del tobillo. En este caso, el Dr. Rigol utilizó una técnica quirúrgica en dos tiempos. La primera fase consistió en realizar una osteotomía de la tibia para corregir la alineación, seguida por la estabilización con una placa e injerto óseo. La fase final incluyó la reparación y retensado del ligamento lateral, así como la eliminación de osteofitos, logrando así una función articular adecuada.
- La fase inicial fue crucial para realinear la anatomía del tobillo, permitiendo una mejor distribución de las fuerzas sobre la articulación.
- La estabilización del tobillo fue llevada a cabo utilizando técnicas avanzadas de fijación, garantizando una correcta integración durante el proceso de curación.
- El seguimiento postoperatorio incluyó sesiones de rehabilitación adaptadas a las necesidades del paciente, lo que facilitó una recuperación efectiva y un retorno a las actividades cotidianas.
Otro caso representativo mostró la efectividad de la cirugía en pacientes con deformidades severas. Tras evaluar la evolución de estos casos, los resultados han demostrado que, bajo las condiciones adecuadas, los pacientes experimentan una notable disminución del dolor y una mejora funcional. Las técnicas quirúrgicas aplicadas han mostrado ser altamente eficaces, permitiendo a los pacientes recuperar su movilidad con mayor facilidad.
La experiencia de Traumaunit en Clínica Teknon reafirma el compromiso del equipo médico en ofrecer cuidados ortopédicos de primer nivel. La combinación de tecnologías innovadoras junto con la experiencia en cirugía compleja ha conducido a resultados positivos en múltiples casos. Los profesionales de la unidad continúan realizando investigaciones y análisis para optimizar aún más los protocolos quirúrgicos, asegurando el mejor pronóstico posible para aquellos que padecen deformidades en el tobillo.
Dr. Joaquín Casañas
Dr. Joaquín CasañasDr. Joaquín Casañas es un especialista destacado en cirugía ortopédica, traumatología, pero sobre todo en nervio periférico, plexo braquial y cirugía de la mano, de cuyas 3 especialidades atesora un gran prestigio internacional. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Central de Barcelona en 1988, completó su formación como médico residente (MIR) en la Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge. Cuenta con el Diplomado Europeo en Cirugía de la Mano desde el 2000. Ha trabajado en diversas instituciones, incluyendo el Hospital de Meritxell en Andorra y el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Desde 1994, es médico adjunto en el servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge. Además de su práctica clínica, ha contribuido con numerosas publicaciones científicas y capítulos de libros en su campo. En la actualidad da conferencias en diferentes congresos internacionales en relación a sus principales especialidades, además de dirigir Traumaunit, la unidad de traumatología de Teknon en Barcelona.








20 años de experiencia han convertido al Dr. Joaquim Casañas en un especialista de gran prestigio en nervio periférico, plexo braquial y cirugía de la mano.