Seguimos con las explicaciones del tratamiento con toxina botulínica en las espasticidades que resultan tras un ictus.
Os dejamos el IV video explicativo del Dr. Pablo Peret que nos explica todo lo que debemos saber sobre el tratamiento de toxina botulínica tras un Ictus que realizamos en la Unidad de Neurorrehabilitación de Traumaunit.
Tratamiento de la espasticidad con la toxina botulínica en fases iniciales
Hay dos planteamientos muy diferenciados en el tratamiento de toxina botulínica.
Esto es, si se hace en la fase aguda, subaguda e interinicial o si se hace ya cuando los déficits están instaurados.
Existe un fenómeno que denominamos plasticidad mal-adaptativa o plasticidad desadaptativa que sucede sobre todo en los primeros meses o el primer año de la lesión.
En estos casos después de una lesión en el cerebro lo que sucede es que el cuerpo se ajusta con determinadas estrategias adaptativas que generan todavía más discapacidad.
Es lo que llamamos plasticidad desadaptativa.
Una intervención con toxina botulínica en los períodos precoces de aparición de la espasticidad, que suele ser entre las tres semanas a los tres meses, nos puede permitir modular esta plasticidad para convertirla en una plasticidad más adecuada a su capacidad funcional y evitar complicaciones derivadas de un mal ajuste, de una mala recuperación del cerebro.
En estos casos la toxina botulínica puede no ser un tratamiento necesario de por vida. Puede ser una intervención en una, dos o varias ocasiones hasta la estabilización del cuadro y no ser necesario más adelante.
Tratamiento de la espasticidad con la toxina botulínica en fases con déficits instaurados
El otro escenario, el escenario en el cual tenemos una lesión instaurada, una lesión crónica, donde la plasticidad cerebral ya no es un factor, aquí nuestro planteamiento es más paliativo.
En estos casos lo que queremos es inhibir el tono de la musculatura antes de que se estructure a nivel articular. pero cuando ya no hay posibilidad de un ajuste de la plasticidad cerebral, para en cierta manera, facilitar la función, la calidad de vida, la posibilidad de deambulación autónoma.
En estos casos hay también dos escenarios:
1.- El paciente sigue beneficiándose a largo plazo de las infiltraciones.
En estos casos lo que se hacen son infiltraciones periódicas cada 3 o 4 meses.
2.- El paciente deja de responder al tratamiento con toxina botulínica
El paciente deja de responder ya sea por una fibrosis muscular, por un acortamiento tendinoso o por una estructuración articular de las deformidades.
La respuesta a esta situación pasa por otro tipo de tratamiento de evaluación quirúrgica y a todo el concepto de la cirugía neuroortopedia y cirugía del espástico.
Dr. Joaquín Casañas
Dr. Joaquín CasañasDr. Joaquín Casañas es un especialista destacado en cirugía ortopédica, traumatología, pero sobre todo en nervio periférico, plexo braquial y cirugía de la mano, de cuyas 3 especialidades atesora un gran prestigio internacional. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Central de Barcelona en 1988, completó su formación como médico residente (MIR) en la Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge. Cuenta con el Diplomado Europeo en Cirugía de la Mano desde el 2000. Ha trabajado en diversas instituciones, incluyendo el Hospital de Meritxell en Andorra y el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Desde 1994, es médico adjunto en el servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge. Además de su práctica clínica, ha contribuido con numerosas publicaciones científicas y capítulos de libros en su campo. En la actualidad da conferencias en diferentes congresos internacionales en relación a sus principales especialidades, además de dirigir Traumaunit, la unidad de traumatología de Teknon en Barcelona.