Procedimientos

Epicondilitis

Preguntas y respuestas

La epicondilitis  o codo del tenista es una inflamación de la zona inserccional en el epicóndilo (parte más externa del húmero) del tendón conjunto que engloba a los tendones de los dos extensores de la muñeca (el extensor radial largo y el extenso radial corto) y el extenso común de los dedos.

En la epicondilitis el paciente refiere dolor en la zona del epicóndilo, refiere dolor con la extensión del codo y refieren dolor con la manipulación de cualquier pequeño peso.
Normalmente el origen es por uso repetitivo pero también puede ser por origen traumático pero son las menos frecuentes.

Intentamos no operar. El tratamiento que realizamos es variación posturas de la ergonomía del trabajo o del deporte y se prescriben antiinflamatorios y analgésicos. Es habitual la colocación de cinchas que reduce a fuerza de tracción que ejercen los músculos sobre la inserción tendinosa, permitiendo amortiguar la vibración permitiendo aliviar la inflamación y el dolor.  Luego es necesaria la fisioterapia rehabilitadora. Si esto fracasa ya entramos en el ámbito de las infiltraciones que pueden ser de PRP (plasma rico en plaquetas), pueden ser de ácido hialurónico o también pueden ser de derivados de la cortisona.
También se puede utilizar otras técnicas de radiofrecuencia o terapia electroestimulativa pero todo ello debe ir acompañado de una rehabilitación funcional.
Llegamos a la cirugía en el caso que fracasen todas estas alternativas o terapias previas.

Nuevamente somos pioneros en las nuevas técnicas para realizar una cirugía de epicondilitis. La cirugía consiste, en la mayoría de casos, en desinsertar el tendón del extenso radial corto. Esta cirugía se puede efectuar mediante cirugía convencional abierta o, en nuestro caso, mediante artroscopia. Las ventajas son múltiples:

  • Menor invasividad
  • Postoperatorio más agradecido
  • Mayor velocidad en la recuperación
  • Nos permite diagnosticar patologías intrarticular que con la cirugía abierta no somos capaces de diagnosticar, como, por ejemplo, la plica sinovial.

La plica sinovial es un engrosamiento de la cápsula que puede tener un origen congénito y lo que hace es interponerse entre el húmero y el radio que puede provocar dolor y un chasquido muy característico.
Mediante la artroscopia podemos diagnosticarla y solucionar el problema en la misma cirugía.

Los resultados son buenos en un 90 por ciento de los casos que se someten a tratamientos no quirúrgicos. Unicamente tratamos con cirugía un 10 por ciento de los casos.
Además, aquí debemos distinguir el paciente deportivo y el laboral.
En el caso de los deportistas, se reincorporan a su actividad deportiva cambiando algunos hábitos simples y en el paciente laboral muchos de ellos requieren una reubicación.

Debemos señalar que no todo dolor en la zona, es una epicondilitis ya que puede tratarse de lo que se conoce como atraimiento del nervio intereso posterior o   síndrome de froshe que da un dolor muy parecido al de la epicondilitis.
Muchas personas intervenidas de epicondilitis no mejoran debido a que el diagnóstico no era el correcto. Se puede diagnosticar vía clínica o ecográfica. Es un dolor más sordo, más enfocado hacia la muñeca y la simple compresión de la zona reproduce la sintomatología.