Procedimientos

Corrección de las parálisis

Preguntas y respuestas

Las parálisis de las extremidades son consecuencia de secciones nerviosas que ocasionan falta de inervación en los grupos musculares y por lo tanto déficit de función en las extremidades en diferentes grados de severidad. La lesión del nervio radial, por ejemplo, imposibilitará la función de extensión de la muñeca y de los dedos, la lesión del nervio  mediano ocasionará la imposibilidad de flexión y por lo tanto a sujetar o agarrar cosas con las manos. Lo mismo sucederá con el nervio cubital.

La lesión de las parálisis nerviosas se diagnostica básicamente con la exploración clínica y en algunas ocasiones apoyados por la electromiografía.

Cualquier situación de parálisis nerviosa precisaría de la reparación nerviosa de la misma y por lo tanto esperar la recuperación de la función de los grupos musculares lesionados. Sucede en muchas ocasiones que o bien esta reparación nerviosa no es posible, o no es efectiva o no se ha realizado en los tiempos adecuados para que sea efectiva. En estas situaciones la cirugía de las parálisis debe realizarse cuanto antes mejor para recuperar la función de la extremidad paralizada.

Existen diferentes tipos de técnicas para la reparación y recuperación de las parálisis nerviosas y musculares. Básicamente se había utilizado des de siempre las transferencias tendinosas que consiste en pasar tendones que realizan una función para que realicen otra función para la que no están diseñadas inicialmente. Por ejemplo podemos pasar tendones que son flexores para realizar la extensión de la mano o de los dedos. Más recientemente han existido nuevas técnicas denominadas transferencias nerviosas que lo que hacen es recuperar la musculatura lesionada dándole inervación por nervios vecinos que no son diseñados inicialmente para motorizar a estos grupos musculares.

Cuando los pacientes sean intervenidos en corto tiempo entre el origen de la lesión y la cirugía, los resultados acostumbran a ser muy buenos. Es importante que no existan rigideces articulares ni musculares que impidan realizar esta cirugía de forma adecuada. Para ello es muy importante que el paciente que el paciente que esté en parálisis vaya manteniendo rehabilitación de forma sostenida. Si se puede realizar la transferencia nerviosa los resultados son todavía mejores.

En las transferencias tendinosas la recuperación acostumbra a ser bastante rápida a partir de la sexta o octava semana de la cirugía. Sin embargo el resultado no es una restitución completa de su función.  Aún así, si conseguimos realizar transferencias nerviosas en muchos casos el resultado es totalmente completo y funcional.