Procedimientos

Recambio de prótesis de cadera

Preguntas y respuestas

Al cabo de un tiempo de la implantación de una prótesis de cadera, puede ser que esta la prótesis de cadera vaya perdiendo el anclaje en el hueso. Clínicamente ello se traduce con un dolor sordo, no invalidante, al principio, pero con el tiempo puede llegar a serlo. Llegados a esa situación en la que se observa  a través de una radiografía, que la prótesis está muy aflojada en cuyo caso podría llegar a producir una rotura, o cuando el dolor es muy insoportable, nos plantearemos la cirugía de revisión o recambio de la prótesis de cadera.

Respecto a las causas de dicho aflojamiento, podemos hablar de dos grandes causas:

  • Mecánica, la prótesis pierde el anclaje

  • Séptico o por infección.   No todas las infecciones son agudas y dan una clínica de fiebre e inflamación, sino que hay algunos gérmenes que actúan de forma más silente y provocan aflojamientos tardíos de estas prótesis.

Es importante distinguir si se trata de un aflojamiento mecánico o por infección antes de la cirugía de revisión porque ello nos puede hipotecar resultados futuros.

En las prótesis de cadera dependerán mucho de la calidad ósea del paciente y ello tiene relación directa con la edad. Si la calidad del hueso es buena, se va perforando o haciendo un hueco en  el hueso hasta que se adapte la prótesis y quede perfectamente encajada. Ahora bien, si la calidad ósea no es muy buena, previamente será necesario rellenar el hueso con un cemento acrílico (como el de los implantes dentales) y luego se coloca la prótesis dentro del cemento hasta que fragua.

La modularidad de las prótesis permite que tratando directamente el hueso, encajen perfectamente.

 

Sobretodo,  por la evolución clínica del paciente determinará la necesidad de llevar a término una restitución de la prótesis de cadera.

Será necesario hacer un examen físico y algunos parámetros analíticos nos puede decantar la balanza sobre si hay o no infección, mediante un TAC o escáner determinará si la prótesis campanea dentro del hueso, es decir, si hay aflojamiento y mediante unas técnicas de medicina nuclear (las  gamagrafías) que nos puede dar más pista sobre si hay o no infección que ha provocado el aflojamiento o simplemente hay aflojamiento de la prótesis de tipo mecánico.



Lo que marca la decisión de someterse a una cirugía de recambio de prótesis de cadera, además del dolor, es la averiguación de una posible infección o por  el aflojamiento de la prótesis que puede compromete al hueso con riesgo de rotura por el movimiento propio de la prótesis.

La cirugía  será por vía antero-lateral. Ahora bien, puede ocurrir que no todos los componentes de la prótesis estén aflojados. En este caso, únicamente podemos cambiar la pieza que está aflojada y dejar la que está bien fijada. Pero ello es posible si se trata de un aflojamiento de tipo mecánico. No ocurre lo mismo cuando se ha producido un aflojamiento debido a un proceso infeccioso. En este caso, nos vemos obligados a retirar todo el material protésico aunque esté bien anclado y ser muy cuidadosos para no provocar una fractura intraoperatoria al retirar la prótesis y conservar el máximo stock óseo que nos permita más adelante implantar una nueva prótesis


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Los resultados que se buscan es eliminar el dolor y recuperar la correcta movilidad para llevar la vida habitual. Ahora bien, debemos tener en cuenta dos situaciones que se ha intervenido quirúrgicamente por una revisión de prótesis de cadera:

1.-Cuando la causa del recambio es por una causa mecánica (aflojamiento mecánico), en la misma intervención de retirada de la prótesis de cadera se puede colocar una nueva en el mismo acto quirúrgico. La recuperación es más lenta porque es una re-intervención y la musculatura está más debilitada. Es más complejo reimplantar una prótesis en un hueso que ha llevado ya una prótesis. Además en estos supuestos debemos entender que quizás el paciente tiene una edad más avanzada. Por todos esos factores, la recuperación será más larga.

2.- Cuando la causa de una revisión de prótesis de cadera  es debido a un proceso infeccioso no podemos sustituir la infectada por una nueva prótesis de cadera. Lo que hacemos en estos casos es retirar la prótesis de cadera infectada y el tejido y hueso que también esté afectado y colocaremos una prótesis de cadera provisional (espaciador de cemento antibiótico)  que nos permitirá mantener una cierta autonomía, aunque de forma más limitada.

Durante una semanas deberemos suministrar antibióticos por vía intravenosa y luego por vía oral, hasta asegurarnos que se ha eliminando la infección. Al cabo de dos o tres meses procedemos a una segunda intervención consistente en la retirada de la prótesis de cemento provisional y sustituirla por la nueva prótesis de cadera.



La recuperación es más larga ya que no estamos ante una cadera virgen. Se trata de reabrir una cicatriz por lo que nos podemos encontrar con algunos problemas añadidos de cicatrización. Además en este tipo de cirugías el paciente suele tener una edad más avanzada y a la hora de las pautas de la  fisioterapia la colaboración del paciente puede ser más limitada.

Pero, sobretodo, es el hueso el que nos queda, el que  determinará o nos condicionará de forma importante el modelo de prótesis que podamos poner después.



Se trata de una cirugía compleja pero que actualmente, con todos los avances médicos y protésicos innovadores, podemos decir que se trata de una cirugía con resultados exitosos.